El libro de los primeros diez años de trabajo de nuestra Fundación ya es una realidad. Es para nosotros un orgullo y satisfacción muy grande llegar a esta instancia luego de haber asumido el legado de nuestro tío Nicolás, trabajando con mucho esfuerzo y dedicación en el impulso de acciones que impacten de manera positiva en nuestra sociedad, con la educación como motor de transformación personal y comunitaria.

Fueron diez años de tender puentes y crear caminos para sumar voluntades y compromisos que le den vida a cada proyecto y lo hagan trascender. Como decimos en el libro, “la base de los proyectos son las personas, sus valores y voluntades. Construimos juntos uniendo distintas voluntades, pensando y priorizando el bien común de la región. Un trabajo en red que se fue dando naturalmente a través de diálogo, la confianza y la buena voluntad de cada uno. Hubo ganas de construir juntos, y eso no es poco en los tiempos que corren. Los resultados, de esta construcción colectiva, están a la vista, llegan solos después de un trabajo hecho a conciencia y compromiso. Llevados a cabo por profesionales convencidos que el bien común de la región está sobre intereses particulares e individuales”.

Con la publicación de nuestras experiencias esperamos seguir uniendo voluntades para hacer entre todos un presente y un futuro mejor.