Leandro Bosco es un joven médico que en 2009 concretó, gracias a una beca otorgada por la Fundación Nicolás Losano, una instancia de capacitación personal relacionada con la adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades necesarias para ejecutar cirugía laparoscópica.


Médico desde 2004, realizó la residencia en Cirugía General en el Hospital J. B. Iturraspe de San Francisco desde el año 2005 hasta 2009, y es especialista en Cirugía General desde 2010. Al hablar de la capacitación a la que accedió con la beca, Bosco explicó que “la cirugía laparoscópica desde su aparición a fines de la década de 1980 representó una verdadera revolución quirúrgica, debido a que consiste en realizar operaciones a través de incisiones (o heridas) muy pequeñas mediante las cuales se introducen en primer lugar un endoscopio llamado laparoscopio que va unido a una cámara de TV,  la cual (conectada a un monitor mediante un cable) le permite al cirujano y a todo el equipo quirúrgico ver el órgano o área operatoria con notable aumento y claridad; y en segundo lugar, instrumental especial, que permite desarrollar la intervención quirúrgica”.

“Debido al menor tamaño de las incisiones, las ventajas para los pacientes son: menor dolor posoperatorio, menor tiempo de  internación, reincorporación más rápida a sus tareas habituales y laborales, menor frecuencia de complicaciones relacionadas con la herida operatoria (hematomas, absesos, eventraciones, etc.),  el factor estético, reducción del costo de internación, de infecciones intrahospitalarias, antibioticoterapia, cirugías futuras, trastornos psicofísicos, entre otros”, dijo el becario, quien también habló de las principales desventajas del procedimiento, que “consisten básicamente en que requiere para su realización de instrumental especial, que es costoso, y entrenamiento, también especial, por parte de los cirujanos”.
El Dr. Bosco señaló que “en la actualidad representa el tratamiento de elección para la litiasis vesicular (cálculos en la vesícula, que es el principal motivo de consulta en  el consultorio de cirugía) así como también para patologías de urgencia como apendicitis, patología ginecológica y evaluación del dolor abdominal agudo (uno de los principales motivos de consulta en los servicios de guardia)”.

“La beca que me concedió la Fundación me permitió realizar los cursos de cirugía laparoscópica básica y de avanzada dictados en el Centro de Entrenamiento de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste en Corrientes. El curso de cirugía laparoscópica básica estaba destinado a cirujanos o residentes de cirugía sin experiencia en laparoscopía, con un cupo limitado a solo 30 cursantes de distintos países de latinoamérica, y los temas abordados fueron: equipamiento, nudos y suturas, apendicectomía y colecistectomía laparoscópica”, dijo el profesional.

También indicó que “el curso de cirugía laparoscópica de avanzada estaba destinado a cirujanos con alguna experiencia en esa práctica, el cupo era también limitado y los temas abordados fueron: manejo de vía biliar principal, patología esofágica, gástrica y esplenectomía laparoscópica. En ambos cursos la modalidad de trabajo consistió en el dictado de conferencias de actualización por prestigiosos docentes nacionales e invitados internacionales de renombre como el profesor Targarona de España y el Dr. Poggi de Perú; cirugías en vivo realizadas por estos mismos cirujanos, durante las cuales era posible realizar cualquier tipo de pregunta que se considere pertinente y finalmente prácticas de cirugías en endotrainers y animales”.

“El lugar en el que se desarrolló fue en el  Centro de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Laparoscópica y Mini- Invasiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste es un lugar que goza de prestigio internacional, al que concurren desde hace varios años residentes y especialistas de cirugía de toda Latinoamérica. Sus directores son el Prof. Dr. Ricardo Torres y el Prof. Dr. Raúl Orban profesionales de distinguido renombre a nivel nacional, jefes del servicio de cirugía del hospital escuela de la ciudad de Corrientes, profesores titulares de la cátedra de cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Corrientes, autores de numerosos trabajos científicos y de libros de la especialidad.  Los programas y cursos que se dictan están debidamente acreditados por la Asociación Argentina de Cirugía”, agregó Bosco.
Al referirse a los motivos por los que decidió presentar un proyecto para acceder a la beca de la Fundación Losano, el médico dijo que “allá en el año 2009 el Hospital contaba con el equipo e instrumental necesario para ejecutar procedimientos videolaparoscópicos, pero no existía un programa de entrenamiento en nuestra formación como residentes de cirugía general, ni se ejecutaban cirugías laparoscópicas”.

“Por esa razón presenté un proyecto, que originalmente estaba relacionado con la posibilidad de crear un departamento de cirugía videolaparoscópica en el Hospital, esto tendría, como primer objetivo, otorgar a los pacientes del sistema público de salud todos los beneficios que posee este tipo de tratamiento para las patologías más frecuentes que se presentan habitualmente en nuestro medio y en segundo lugar, teniendo en cuenta que la residencia continúa siendo el mejor recurso para la formación de un especialista competente, diseñar un programa de entrenamiento con objetivos claramente definidos para los futuros residentes egresados que les permita adquirir los conocimientos, destrezas y habilidades necesarias como para ejecutar este tipo de procedimientos”.

Bosco evaluó su experiencia de formación y dijo que “ha sido importante desde todo punto de vista. El contenido de los cursos ha sido excelente, muy interesante y completo. La posibilidad de realizar prácticas durante tantas horas fue de enorme valor. He encontrado una gran cantidad de ideas y conocimiento que serán de gran ayuda para el desempeño del ejercicio profesional, así como también fue muy estimulante compartir vivencias e información con colegas de otros países. Me siento verdaderamente satisfecho con lo realizado. Lamentablemente no se pudo concretar el proyecto original en el Hospital por cuestiones de índole burocrática. Pero en lo que a mí respecta, esta experiencia ha tenido un gran impacto en mi práctica quirúrgica diaria”.

Finalmente el Dr. Bosco comentó: “La medicina es una ciencia en constante cambio, y la cirugía (así como también otras especialidades), mediante la influencia de la renovación de los conocimientos, el incremento de la tecnología, los avances y progresos en el área de la biología, la física, la informática y las comunicaciones, se van también transformando diametralmente, por ello creo que los profesionales debemos adecuar nuestra preparación y nuestra práctica a las cambiantes circunstancias de un mundo en el que los conocimientos y destrezas tradicionales pronto no tendrán más cabida. Pienso que este tipo de iniciativas, como son las becas que concede la Fundación, deben ser enormemente valoradas por los colegas, no sólo para incrementar su nivel de conocimiento técnico y capacitación sino que además para desarrollar tareas solidarias por el bien común de la sociedad”.